Con total seguridad traerá cola el conflicto judicial suscitado entre Mediapro y la RFEF en el desarrollo del concurso de adjudicación de los derechos audiovisuales de la Final de la Copa del Rey, promovido por ésta última. El origen del mismo se sitúa en el acuerdo de exclusión del proceso de adjudicación adoptado por la RFEF hace algunos días. Contra dicho acuerdo Mediapro interpuso demanda ante el Juzgado de lo Mercantil en la que solicitaba como medida cautelarisima que se volviese a incluir en el proceso y a tramitar de nuevo la concesión. El Juez de lo Mercantil, mediante Auto dictado el pasado lunes, acordó la concesión de dichas medidas cautelares llegando a calificar las bases del concurso de la Federación “como un flagrante abuso de posición de dominio, con una cláusula desproporcionada claramente dirigida a excluir a Mediapro”. El Juez ordenó incluir a dicha entidad en el proceso y retrotraer las actuaciones al momento anterior al acuerdo adoptado. Como era de esperar la RFEF presentó oposición al Auto y el viernes el Juez desestimó en un nuevo Auto dicha oposición y confirmó la medida cautelar adoptada. Pues bien, el problema se suscita en la forma en la que la RFEF ha ejecutado dicho Auto. Así, tras conocer el fallo, la RFEF lanzó un comunicado informando de que procedería a abrir el sobre en ejecución del citado Auto. Sin embargo, lo que había acordado el Juez es que la RFEF procediese a abrir el sobre de Mediapro y emplazar a todos los ofertantes a una segunda vuelta, tal y como se hizo en la primera fase. Sólo así se garantizaría la igualdad a los ofertantes según el Juez. Habrá que ver las consecuencias de esta inejecución del Auto para la RFEF.
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